Leeds, 30 de abril de 1971
Querida Angélica:
Soy un amigo de Eileen y de Miguel. Conocí a Miguel en un cineclub. Me llevó algunas veces a cenar a su casa. Y allí conocí también a Eileen.
Soy italiano y estoy en Leeds con una beca de estudios.
Tus señas me las dio Miguel. Me había dicho que te fuera a visitar si volvía a Italia en el verano.
Te escribo para decirte que tu hermano ha dejado a su mujer y se ha marchado con rumbo desconocido. Su mujer no te escribe, lo primero porque no sabe casi nada de italiano y lo segundo porque está muy baja de moral. Me da pena de ella, aunque yo no soy quién para juzgar a Miguel, que además también él me daba mucha pena cuando iba a verlo últimamente a una pensión cochambrosa donde había ido a meterse.
Eileen quiere que os informe de la marcha de Miguel en primer lugar porque no sabe si él ya os había dicho o no que su matrimonio se había ido a la porra, en segundo lugar porque Miguel se ha ido sin que se sepa adónde, y por último porque al marcharse ha dejado aquí bastantes deudas. Ella no está dispuesta a pagar esas deudas y os pide que las paguéis vosotros. Miguel ha dejado a deber trescientas libras esterlinas. Eileen os pide que le mandéis este dinero a la mayor brevedad posible.
Ermanno Giustiniani,
Lincoln Road, 4
Leeds
Natalia Ginzburg, Querido Miguel, Traducción: Carmen Martín Gaite, novela epistolar,
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