donde traté de explicar mi atracción por las situaciones fantásticas.

16 abril 1980. Nace mi nieta Lucila.
Una amiga de Silvina dice que mientras estuvo en Río, «sovía y sovía» («s» francesa, como en casino, en caserne, en casaulet, en casau).
La línea diaria.
¡Escribir una línea cada día!
Toda costumbre es haraganería.
«No hay mejor modo de llegar a escribir en serio que el de garabatear algo todos los días» (Italo Svevo).
Fiel a Svevo, muchísimo escribí.
Al releerme, de pena me morí.
Recibo por correo una invitación a no sé qué acto. En el sobre, con letra desmañada, alguien anotó: y se abren fisuras en lo cotidiano por donde atisban curiosas criaturas del sueño que soñamos. Morel. Evidentemente se trata de una alusión (de un lector anónimo) a uno de los últimos reportajes, donde traté de explicar mi atracción por las situaciones fantásticas.
La visita.
¿Quién me devuelve el tiempo que me quitas?
Repites, día a día, tus visitas.
Visitas.
Me van quedando ya muy pocos días
y me visitas y hablas tonterías.
Epigrama.
Todo es en vano y lo demás también.
El fin del mundo ¿te lo cuenta quién?

Adolfo Bioy Casares
Descanso de caminantes
Extravagantes

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