LA MUERTE DE LUIS XVI
El 21 de enero de 1793 fue ajusticiado en la plaza de la Revolución, hoy de la Concordia, en París, el rey de Francia Luis XVI. Su confesor, el abate Firment le acompañó al cadalso y le despidió diciéndole:
—Hijo de san Luis, subid al cielo. El rey dijo, dirigiéndose a los franceses:
—Muero inocente y perdono a mis enemigos. Deseo que mi sangre no caiga sobre Francia. Un atronador redoble de tambores impidió oír sus últimas palabras. Brilló el relámpago de la cuchilla y la cabeza del rey quedó separada del tronco. La multitud se agolpó ante la plataforma para empapar pañuelos en la sangre del monarca que rezumaba entre las tablas de la plataforma. María Antonieta fue guillotinada el 16 de octubre del mismo año. Se ha hecho famosa la frase que le dijo a la reina el oficial de la guardia:
—Señora, ahora es preciso morir.
Luis Carandell
Las anécdotas de la política, De Keops a Clinton,
Las anécdotas son a la Historia como los apuntes de descripción a las buenas novelas. Los historiadores las atesoran porque son esenciales para entender, lejos de las grandes fórmulas interpretativas, la materia misma del quehacer humano. El objetivo de esta colección es presentarlas con rigor, seleccionadas por grandes autores que, además de sensibilidad y criterio, tienen todos sentido del humor.
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