Un anciano japonés que vive en mi barrio dibujó un trazo con
su largo pincel entintado sobre un papel blanco, inmaculado. ¡Ven, acércate! ¿Qué
ves? ¡Un largo trazo sobre un papel blanco, inmaculado! ¡Mira bien! Ahora,
cierra los ojos y dime que ves: ¡Una garza que vuela sobre una colina cubierta
por flores de mil cerezos blancos, inmaculados! Un listo el japonés y su pincel,
el anciano japonés que vive en mi barrio y bebe, a todas horas, té.(MMV)
En Quimera
-
En el número 496 de la revista Quimera se ha publicado esta nota sobre *Meditaciones
del lugar*.
Gracias, Álex Chico.
*Si una de las tareas más apasiona...
Hace 2 días
No hay comentarios:
Publicar un comentario