Hoy he visto que los tilos del parque de las Eras del
Cristo han perdido casi la mitad de sus amarillas hojas que yacen en el suelo de los paseos y sobre la hierba de las praderas esperando una brisa, o un viento, o al jardinero que las amontone si de aquí a
mañana alguna profesora del cercano colegio no solicita a los niños que
consigan hojas caídas para adornar el esqueleto de árbol de cartulina marrón que
ocupa una pared del aula. Si se quiere este sería un destino más romántico para
las doradas hojas caídas de los tilos del parque de las Eras del Cristo (MMV)
En Quimera
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En el número 496 de la revista Quimera se ha publicado esta nota sobre *Meditaciones
del lugar*.
Gracias, Álex Chico.
*Si una de las tareas más apasiona...
Hace 1 día
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