Hoy he visto que los tilos del parque de las Eras del
Cristo han perdido casi la mitad de sus amarillas hojas que yacen en el suelo de los paseos y sobre la hierba de las praderas esperando una brisa, o un viento, o al jardinero que las amontone si de aquí a
mañana alguna profesora del cercano colegio no solicita a los niños que
consigan hojas caídas para adornar el esqueleto de árbol de cartulina marrón que
ocupa una pared del aula. Si se quiere este sería un destino más romántico para
las doradas hojas caídas de los tilos del parque de las Eras del Cristo (MMV)
Juan Ramón Santos lee "Meditaciones..."
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Ensanchando el territorio
Ahora que me doy cuenta, no pudo estar más acertado Álvaro Valverde cuando,
para dar título a la antología que publicó hace uno...
Hace 5 horas
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