Sin
esforzar la memoria puedo asegurar que mil veces fue de los nuestros más un tal
Odiseo que un tal Aquiles. Éste tenía algunas partes blandas: Patroclo y un
talón. Aquel… que yo sepa ninguna: ya le podían ofrecer a catar jovencillas
mayores de edad (eso sí) que tal cual las probaba dos o trescientas veces
siempre quería terminar la, en otrora, coyunda recién comenzada en Ítaca y abandonada por las prisas de una
guerra. Penélope estaba buena, así lo afirmaban los parroquianos del bar “La
Playa”, sin haber ninguno gastado la vista en contemplarla. Lo del telar, el
tejer y destejer fue historieta del capellán de palacio un pobre niño de
conventos (engendrado y colocado en el mismo lugar) devenido en propietario de
todos los secretos de frailes, monjas y capellanes y, por alejarlo de si,
colocado en el palacio del gerifalte Ulises en su ausencia. (Una historia digna
de Telecinco) (seguiré)
Juan Ramón Santos lee "Meditaciones..."
-
Ensanchando el territorio
Ahora que me doy cuenta, no pudo estar más acertado Álvaro Valverde cuando,
para dar título a la antología que publicó hace uno...
Hace 5 horas
No hay comentarios:
Publicar un comentario