Hasta los benditos tienen una mala noche. De sobra se que la
mala memoria tiene estas cosas: los ángeles que estaban de guardia, allá antes
de haber otra cosa en cualquier parte, decidieron rebelarse con la intención de
probar y probaron a ser aún más poderosos. Recuerdo, esto sí, que Miguel estaba de vacaciones y tuvo que
armarse rápidamente y despertar a los demás de su cuadrilla… Una pelea como no
se verá jamás otra, pura concentración de pensamiento y voluntad sin tiempo,
sin ayer ni mañana, solo el propio momento. Y un pobre, como yo, despierto
por culpa de una digestión pesada o porque alguno de los bandos necesitaba una
ayuda extra... Mientras el Ipod estaba desgranando en mi oído la interpretación
del arte medieval en palabras del profesor Azcárate. ¡Qué cosas!
Lampedusa y sus lecturas españolas
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Ya comenté aquí, al referirme a la correspondencia del autor de *El
gatopardo* y su mujer, que estaba deseando leer este libro: Lampedusa y
España. Lo p...
Hace 1 semana
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