Los físicos meteorólogos nos informan, pequeños profetas,
qué tiempo hará en las próximas cuarenta y ocho horas; los médicos también son
capaces de adelantarse a la certeza de muerte cuarenta y ocho horas, o cinco
meses antes, de algún paciente que pasó por sus manos. Y eso que decían que
desde las historias del Antiguo Testamento los profetas escasearían y, sin
embargo, cada día hay más.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Blogs y Webs
-
-
Callos - Hai algúns anos, un día asistín a unha conferencia sobre Manuel Murguía nunha universidade de verán. O conferenciante empezou cunha frase que case me fi...Hace 7 años
-
II. La batalla de los árboles Parece que los cantores ambulantes galeses, lo mismo que los poetas irlandeses, recitaban sus romances trad...
-
Caen as follas... sinto unha cousa que se apousa en min e non me toca. E chove pra que eu soñe, pra que eu soñe, fala a tarde baixiño...
-
CUMBRE DE URBIÓN. A Joaquín Gómez de Llarena Es la cumbre, por fin, la última cumbre. Y mis ojos en torno hacen la ronda y cantan e...
-
«Dichoso aquel que alejado de los negocios, como la primitiva raza de los mortales, trabaja el campo paterno con sus bueyes, libre de tod...
-
El calamar es el tintorero para los lutos de los peces. Los peces pasan en fila de turistas. —¿Los peces lloran? —Los peces no necesita...
-
CALDO BASE MANCHEGO (Generalizada) El caldo base es imprescindible en la cocina manchega y es por ello que siempre debe estar prepar...
-
Más caro que el salmón de Alagón Así suele decirse para ponderar el precio exorbitante de una cosa. Algunos dicen, impropiamente, Más caro ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario