Esta tarde, cuando regresaba
de Madrid, por la ventanilla del coche me fijé en la cantidad de almendros
llenos de flores que ha dejado como restos luminosos el arrasado campamento de
chabolas que, durante muchísimos años, ocupaba un amplio lateral de la autovía
de Andalucía. A esas horas, como hacía mucho viento los múltiples roedores que
allí pastaban indiferentes recibían una lluvia de pétalos y algún que otro copo
de nieve.
Juan Ramón Santos lee "Meditaciones..."
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Ensanchando el territorio
Ahora que me doy cuenta, no pudo estar más acertado Álvaro Valverde cuando,
para dar título a la antología que publicó hace uno...
Hace 6 horas
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