Una vez, un hombre fue a la provincia de Mutsu sin un
objetivo definido. Una dama de allí se prendó ardientemente del hombre de la
capital, que encontraba de una rara belleza. Ella le escribió:
Más valiera
para morir en amor total
fuera yo
un gusano de seda
aún para tan corta vida.
Era un poema de provinciana. De cualquier manera, él
sintió piedad, fue a su casa y allí durmió. Cuando, tarde en la noche, partió,
la mujer:
Cuando el día despunte
en el canal he de hundir
este infame gallo
cuyo temprano canto
a mi amante hizo partir.
Pero el hombre dijo que debía volver a la capital:
Si en Kurihara
el pino de Anewa
una persona fuera:
“A la capital, como recuerdo,
ven conmigo”, le diría.
Entonces la mujer se sintió feliz, y se dijo: “Parece que
realmente me ama”.
Son los Cuentos d’Ise 951 d.C. de Ariwara No Narihira
Traducción: Jorge N. Salomonoff
Colección: Biblioteca Personal de Jorge Luis Borges
Un poeta, Gil de Biedma; diría siglos después:
“Pasan lentos los días
y muchas veces estuvimos solos.
Pero luego hay momentos felices
para dejarse ser en amistad…”
JGB
y muchas veces estuvimos solos.
Pero luego hay momentos felices
para dejarse ser en amistad…”
JGB
“Albada”
Despiértate. La cama está más fría
y las sábanas sucias en el suelo.
Por los montantes de la galería
llega el amanecer,
con su color de abrigo de entretiempo
y liga de mujer.
y las sábanas sucias en el suelo.
Por los montantes de la galería
llega el amanecer,
con su color de abrigo de entretiempo
y liga de mujer.
Despiértate pensando vagamente
que el portero de noche os ha llamado.
Y escucha en el silencio: sucediéndose
hacia lo lejos, se oyen enronquecer
los tranvías que llevan al trabajo.
Es el amanecer.
que el portero de noche os ha llamado.
Y escucha en el silencio: sucediéndose
hacia lo lejos, se oyen enronquecer
los tranvías que llevan al trabajo.
Es el amanecer.
Irán amontonándose las flores
cortadas, en los puestos de las Ramblas,
y silbarán los pájaros -cabrones-
desde los plátanos, mientras que ven volver
la negra humanidad que va a la cama
después de amanecer.
cortadas, en los puestos de las Ramblas,
y silbarán los pájaros -cabrones-
desde los plátanos, mientras que ven volver
la negra humanidad que va a la cama
después de amanecer.
Acuérdate del cuarto en que has dormido.
Entierra la cabeza en las almohadas,
sintiendo aún la irritación y el frío
que da el amanecer
junto al cuerpo que tanto nos gustaba
en la noche de ayer,
Entierra la cabeza en las almohadas,
sintiendo aún la irritación y el frío
que da el amanecer
junto al cuerpo que tanto nos gustaba
en la noche de ayer,
y piensa en que debieses levantarte.
Piensa en la casa todavía oscura
donde entrarás para cambiar de traje,
y en la oficina, con sueño que vencer,
y en muchas otras cosas que se anuncian
desde el amanecer.
Piensa en la casa todavía oscura
donde entrarás para cambiar de traje,
y en la oficina, con sueño que vencer,
y en muchas otras cosas que se anuncian
desde el amanecer.
Aunque a tu lado escuches el susurro
de otra respiración. Aunque tú busques
el poco de calor entre sus muslos
medio dormido, que empieza a estremecer.
Aunque el amor no deje de ser dulce
hecho al amanecer.
de otra respiración. Aunque tú busques
el poco de calor entre sus muslos
medio dormido, que empieza a estremecer.
Aunque el amor no deje de ser dulce
hecho al amanecer.
-Junto al cuerpo que anoche me gustaba
tanto desnudo, déjame que encienda
la luz para besarte cara a cara,
en el amanecer.
Porque conozco el día que me espera,
y no por el placer.
tanto desnudo, déjame que encienda
la luz para besarte cara a cara,
en el amanecer.
Porque conozco el día que me espera,
y no por el placer.
Jaime Gil de Biedma
Jaime Gil de Biedma y Alba nació en Barcelona, el 13 de
noviembre de 1929.
Fue uno de los más importantes poetas de la llamada Generación del 50′
Fue uno de los más importantes poetas de la llamada Generación del 50′
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