Mira, Francisco Rico en el minuto 4:34 de tu disertación en
El Cultural, sobre bien editar a los clásicos, mientras me iba a echar un
chupito de aguardiente, te congelé mirando a las alturas, tú a las alturas,
acaso buscando una tenue voluta de humo del último cigarro o cigarrillo que te fumaste
antes del fundido en negro. Es cierto que don Quijote, antes de ser armado
caballero en la venta dijo “¡Oh tú, quienquiera que seas, atrevido caballero,
que llegas a tocar las armas del más valeroso andante que jamás se ciñó espada,
mira lo que haces, y no las toques, si no quieres dejar la vida en pago de tu
atrevimiento!” pero antes envía un mensaje al profesor Rico, si tienes alguna
duda, que él me avalará. Dulcinea sigue entera gracias al cuidado del señor
Lorenzo ya que me la prometió en la última feria del Toboso. Todo era trigo.
Juan Ramón Santos lee "Meditaciones..."
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Ensanchando el territorio
Ahora que me doy cuenta, no pudo estar más acertado Álvaro Valverde cuando,
para dar título a la antología que publicó hace uno...
Hace 5 horas
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