Cuando no entiendes de santos y es la patrona del pueblo, o
el copatrón, o el santo postizo ( las Candelas, san Blas y san Blasín, por
ejemplo), que los hombres inventaron y las costumbres mantuvieron; habrá que celebrar fiestas con dulces,
vinos y viandas tradicionales a saber: mantecados y mantecadas, repelaos de
almendra, perronillas, obleas, chochos, bollos maimones… aguardientes varios,
vinos, sangrías, limonadas y sobre todo aquellos guisos de cordero, cabrito, congrio con patatas o alguna variedad de plato con bacalao que antes de ir a misa quedaban apañados o vigilados por la sirvienta, a mas poder, o por cualquiera de las familiares ancianas de la casa y cuando después de la misa de la patrona al son de la dulzaina y del tamboril bailaban en la plaza... Otra historia era que toda tu, Isabel, vecina tierna, enterita compuesta y vestida de
charra, y aquel, que bien te miraba, de charro... Todas las anchuras de la plaza y calles aledañas del pueblo ocupadas por los puestos de
feriantes varios, ganándose el céntimo con sus engaños y aquellas barcas que
no eran más que columpios adornados y los puestos de chucherías pagando tu por
todos sus gastos… ¡Hace sesenta años, por lo menos, hace! Y si entre los que mejor bailaban estaba tu abuelo ¿qué? (Allí estaba la alegría de existir)
Juan Ramón Santos lee "Meditaciones..."
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Ensanchando el territorio
Ahora que me doy cuenta, no pudo estar más acertado Álvaro Valverde cuando,
para dar título a la antología que publicó hace uno...
Hace 10 horas
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