(Nunca fuera caballero / de damas tan bien servido, / como fuera
Lanzarote / cuando de Bretaña vino". Con un claro tono sarcástico, la
frase que componen los dos primeros versos figura en boca de Sancho, de
Montesinos en la cueva y, sobre todo, la pronuncia Don Quijote en la
venta, cuando va a ser armado caballero. El argumento de esta versión
contiene la petición que hace la dama (la reina Ginebra) para que
Lanzarote realice una difícil empresa. ELFIDIO ALONSO)
Nunca fuera
caballero de damas tan bien servido
como fuera Lanzarote cuando
de Bretaña vino:
doncellas curaban d’él y dueñas de su rocino,
esa dueña Quintañona, ésa le escanciaba el vino,
la linda reina
Ginebra se lo acostaba consigo.
Estando al mejor sabor, que sueño no había dormido,
la reina toda
turbada movido le ha un partido:
—Lanzarote, Lanzarote, si antes fuérades venido
no dijera el
Orgulloso las palabras que había
dicho:
que mataría al rey Artús y
aun a todos sus sobrinos
y a pesar de vos,
señor, él dormiría conmigo.—
Lanzarote que lo oyó gran pesar ha recebido,
lleno de muy gran
enojo sus armas había pedido;
armóse de todas ellas, de la reina se ha partido,
va a buscar al
Orgulloso, hallólo bajo de un pino.
Combátense de las lanzas, a las hachas han venido;
de la sangre que
les corre todo el campo está teñido.
Ya desmaya el Orgulloso, ya cae en tierra tendido,
cortado le ha la
cabeza sin hacer ningún partido.
Tornóse para la reina de quien fue bien recebido.