Vamos a ver, vamos a ver ¿qué hace una flor en el monte
entre un millón iguales a ella si nadie, nadie (¿nada?) se percata de su
existencia ni el insecto libador, ni la sombra de una nube, ni la doncella para
su guirnalda, ni el poeta soñador que las cuenta siempre al alba, ni, ni, ni?
Mira bien otra vez y te darás cuenta que guarda la gota de rocío y permitirá
que resbale hacia la tierra para humedecer su leve raíz y un solo instante más permanecer
viva sobre la amorosa tierra.
Juan Ramón Santos lee "Meditaciones..."
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Ensanchando el territorio
Ahora que me doy cuenta, no pudo estar más acertado Álvaro Valverde cuando,
para dar título a la antología que publicó hace uno...
Hace 4 horas
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