En 1654 Carel Fabritius pintó el 'Jilguero atado' justo poco antes de morir a los 32 años en una explosión de pólvora que a poco acaba con todo Delft. Si os fijáis bien, pero bien, esa mirada del jilguero señala una tristeza absoluta,. un desamparo dolorido; sería por la esclavitud o acaso era una premonición que conocía el pulso del pintor y no su conscienca mortal. Un jilguero adivino más eficaz, seguro, que cualquiera de nuestras madrugadas insomnes.
Ayer, en la presentación de "Emboscados"
-
Buenas noches y muchas gracias por estar aquí.
Hace unos meses Nica y Juanra me pidieron que prologara un libro que iban a
publicar juntos. El primero apo...
Hace 4 días
No hay comentarios:
Publicar un comentario